En la
cafetería de la Universidad me encontré a Fabián, que es dos años mayor que yo. Vive
en mi colonia. Hace mucho que no lo veía. Es un joven excepcional: apuesto y
caballeroso. Ya no hay muchos chicos así. Fue muy gracioso nuestro encuentro. Tropezamos
en el área donde se colocan las charolas sucias. Casi tocamos el piso. Últimamente lo he topado en todos lados: en el
metro, en el café internet, en la tiendita y en la biblioteca. Todo el tiempo me
hace reír. A su lado me siento protegida
y en total confianza. Siempre me ha brindado su apoyo. Cuando mi papá murió,
estuvo a mi lado. Me invitó al cine. Y fuimos el sábado, que es mi día de
descanso. La muchacha que cobra las entradas nos dijo que si acumulamos 24
vistas al cine, nos darán una tarjeta de invitado especial Platino. La idea nos
entusiasmó mucho, pues eso significa que saldremos más seguido. La mejor parte
fue cuando me manifestó el interés que siente por mí. Cuanto más convivo con
él, más me impresiona.
Estoy
muy preocupada: tengo mucha tarea que hacer y encima el trabajo. Según mi jefa
no es conveniente que presente mi renuncia, pues por la temporada comenzarán a
llegar excelentes propinas. Hay momentos en los que siento estallar, por tanta presión.
Pero a pesar de las adversidades, debo seguir adelante.
Comenzar
a trabajar en la cafetería fue una buena idea. Un día la cafetera se
descompuso, y me metí en problemas. Afortunadamente,
no pasó a mayores, buscamos una cafetera nueva y más grande. Yo me dedico a
prepara café; Laura, los alimentos; la señora Tere,
a cobrar; Laura, a servir a los clientes. Es un ambiente muy lindo. La música, los colores del lugar, los adornos y las luces de neón le
dan una agradable apariencia. Recibimos muchos clientes.
Los dueños
llevaron una rockola, que se convirtió
rápidamente en una sensación y ahora es la mayor atracción del lugar. Los viernes
se hacen concursos de bandas de rock. Los domingos se pone bastante romántico
el asunto. Se pueden observar a tantas parejas, que dan ganas de tener una.
Después
de seis horas de escuela y cinco horas de trabajo, puedo terminar con mis
largos días, no sin antes hacer la tarea y algo de socialización antes de dormir. Desde que existe
el Facebook la gente ha dejado de
hacer muchas cosas. Hay que invertirle mucho tiempo, tiempo que se pasa muy
rápido.
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